Dentro de este bloque de 7 parábolas hay dos parábolas principales (la parábola del sembrador y la parábola del trigo y la cizaña, o parábola de la mala hierba) Estas dos parábolas, pueden parecer desalentadoras; en el caso de la parábola del sembrador, sólo uno de los terrenos es bueno, en el caso de la parábola del trigo y la cizaña, se muestra que el trigo va a estar rodeado de cizaña hasta la siega.
Junto a estas dos parábolas más extensas, Jesús utiliza dos pares de parábolas para reforzar la preocupación que podrían suscitar estas dos parábolas, para el caso de la parábola del sembrador Jesús aclara, con el grano de mostaza y la levadura cómo esa buena semilla, en el buen terreno, crecerá. Será muy fructífera, no se limita a que su fruto será a 30, 60 y 100 por uno sino que asemeja el crecimiento desde algo muy pequeño como el grano de mostaza hasta un árbol donde las aves anidan. Además, con la otra muestra la levadura, que crece y fermenta toda la masa. El reino se extenderá de manera impresionante a pesar de la aparente falta de recepción por parte de los corazones.
También Jesús da esperanza a sus discípulos tras haber oído la explicación de la parábola del trigo y la cizaña. Quizá algo que pensarían es que la cizaña podía acabar con el trigo (quizá por eso los siervos del sembrador preguntaron si quería que arrancaran la cizaña) o que convivir siempre con la cizaña iba a ser muy duro, o que no alcanzaría la madurez suficiente para que los segadores puedan distinguirlos de la cizaña. Así que Jesús aclara que, tal y como un hombre compra un terreno para asegurar su tesoro, tal y como un mercader compra una perla y entonces le pertenece, de esa manera Dios ha pagado un enorme precio por nosotros, somos de su propiedad, estamos reservados para Él, somos suyos, protegidos. Nos ha tratado como una perla o como un tesoro. El Reino es valiosísimo.
Por tratar de resumirlo rápidamente estas parábolas nos hablan de la recepción del Reino, su crecimiento y expansión, el periodo de tiempo, las dificultades, el valor del Reino, la seguridad de que está en manos de Dios y el proceso por el cual el Reino continuará para siempre sin rastro del mal, tras el fin de este mundo.
La parábola del sembrador
Su propósito principal no es:
- Advertirnos sobre qué tipo de terreno debemos ser.
- Utilizarlo como herramienta para los inconversos sobre las consecuencias de no escuchar Su Palabra.
- Advertirnos sobre la manera en la que predicamos Su Palabra.
Su propósito principal es:
- Mostrarnos cómo son las cosas en el Reino de Dios que ya comenzó a desarrollarse, específicamente nos muestra cuáles serán las típicas reacciones de las personas que escuchan la palabra del Reino.
Estas reacciones, estos terrenos, y las situaciones y los pájaros, las piedras, los espinos, el buen terreno son absolutamente independientes a la semilla. Y esto es muy importante porque Jesús parte de la base, en su parábola, de que esta semilla es buena de por sí. Parte de la base de que la palabra acerca de su Reino es la palabra acerca de su Reino y no otra palabra que no sea acerca de su Reino.
Entonces, ¿En el tejado de quién lanza la pelota Jesús en cuanto a la responsabilidad de crecer en el Reino? La responsabilidad es del corazón del que recibe la palabra! El terreno donde cae la semilla, lo que suceda, depende de ese terreno. Así que siendo una parábola preparada para que la entiendan sus discípulos, claramente les está mostrando cómo el Reino y la palabra del Reino se va a relacionar con aquellos que no han entendido su palabra.
Parábola del trigo y la cizaña
Su propósito principal es:
- Mostrarnos que el bien (y sus hijos) va a convivir con el mal (y sus hijos) dentro de su misma Iglesia hasta el fin del mundo. Dios no va a quitar el mal del mundo hasta el final del mismo. Como el trigo permanece con la cizaña hasta la siega, así permanecen los hijos del Reino junto con los hijos del mal hasta Su segunda venida.
¿Por qué esto se refiere a su Iglesia?
Entre otras cosas, el contexto ayuda a responder esta pregunta: Jesús explica esta parábola dentro de la casa, sin la multitud, sin aquellos que no entendían, parece que aprovechó la intimidad del hogar para explicar cosas del hogar. Por otro lado, la estructura de las parábolas parece determinar cómo, con la parábola del sembrador se quiere dar una idea general de lo que sucede en el Reino en la totalidad del mundo, y con la parábola del trigo y la cizaña ya se está asumiendo que la semilla ha caído en tierra buena, ya está creciendo, va a dar sus frutos. Por último y como prueba final, Jesús mismo aclara que se trata de los hijos del Reino cuando explica la parábola.
¿Por qué quiere Dios que permanezca el trigo con la cizaña hasta la siega?
El trigo y la cizaña, mientras el trigo no esté maduro, son plantas muy muy parecidas, es por eso que el sembrador dice; “no lo quites, lo vas a confundir, deja que llegue el tiempo de la siega y que los segadores hagan su trabajo”. Esto no quiere decir que Dios necesite que llegue el fin del mundo para saber diferenciar entre hijos del Reino e hijos del enemigo, quizá eso es sobreinterpretar, pero si nos ayuda a entender que no es nuestro trabajo diferenciar a los hijos del Reino de los hijos del enemigo.
Quizá el propósito de Dios sea que los hijos del Reino lleguen a tal madurez para estar listos para la siega. Una iglesia preparada.
El desconocimiento del día de la siega y el temor de compartir un mundo con la cizaña podría dar a entender que Dios descuida su Reino. Las parábolas del tesoro escondido y la perla de gran valor ofrece esperanza ante este temor.
Parábola del grano de mostaza y la levadura
Su propósito principal es:
- Reforzar el principio mostrado en la parábola del sembrador donde la expansión del Reino de Dios tendría un pequeño comienzo pero se desarrollará enormemente.
INTERROGANTE: ¿Por qué la parábola de la levadura no se refiere a una prolifera expansión del mal así como la de la mostaza se refiere a la expansión del bien?
RESPUESTA: Quizá esto se salga de lo que muestra el resto de parábolas, aunque podamos encontrar una atmósfera desalentadora en las dos parábolas mayores, si es cierto que todas las parábolas muestran aspectos positivos del Reino, características inherentes de por qué es el Reino de Dios; no es el Reino porque se expande mucho, es el Reino porque de algo tan minúsculo prospera hasta algo tan grande, es el Reino porque de tan pocas posibilidades que había en que la tierra cayera en terreno bueno prospera a 30, 60 y 100 por uno. Si decimos que la levadura representa el crecimiento del mal; ¿Dónde está en esta parábola (claramente diferenciada y encapsulada) el aspecto maravilloso y esperanzador del Reino de los Cielos presente en el resto?
Por otro lado podremos deducir que la levadura hace referencia al Reino ya que el énfasis de la parábola anterior e incluso la del sembrador están haciendo referencia al crecimiento del Reino, no tendría sentido cambiar el propósito de esta parábola solamente.
Además, Jesús explícitamente dice: “el Reino de los Cielos es semejante a…” no está hablando del reino del mal, ni de otro reino.
Parábola del tesoro escondido y la perla de gran valor
Su propósito principal no es:
- Que tenemos que darlo todo por el Reino de Dios.
- Que tengamos que vender todas nuestra propiedades, no es un llamado a la pobreza.
Su propósito principal es:
- Darnos a entender que somos propiedad de Dios, nos ha pagado con un gran precio, estamos resguardados, protegidos, asegurados para Él. Completa la idea que transmite el trigo y la cizaña de que Dios cuida de sus hijos, de los hijos del Reino.
excelentes comentarios, muy acertados, edificantes y consoladores. ¡Muchas gracias!