PAZ EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO.

¿Es posible vivir en paz en medio de los problemas?

De pronto parecen términos incompatibles. Suena contradictorio hablar de paz y problemas en una misma frase. Porque cuando tenemos problemas generalmente sufrimos, sentimos ansiedad, tristeza… Experimentamos los peores sentimientos que pueden existir. Experimentamos sentimientos totalmente contrarios a la paz, a la tranquilidad. ¿Cómo es posible estar tranquila si no tengo trabajo, si no recibo ayudas del estado pero tengo que seguir pagando cada mes las facturas? ¿Cómo puedo sentir paz si mi padre, madre, hijos o esposo tienen una grave enfermedad?

La paz no es la ausencia de problemas. Sino la presencia de Dios en ellos.

Existe una manera de encontrar la verdadera paz en mitad de los problemas. 

Lo primero es aceptar que el sufrimiento es parte de la vida y que el hecho de ser hijos de Dios no significa que estamos exentos de pasar momentos de dificultad y sufrimiento. Si creemos esto estaremos creando una falsa ilusión que no hará otra cosa que desviarnos del camino hacia la verdadera paz, sino que nos enfocaremos en estar continuamente escapando de problemas. Intentando solucionar cada uno de ellos, muchos de los cuales ni si quiera podemos controlar. Se escapan de nuestras manos y posibilidades humanas. 

Muchas veces los problemas nos toman por sorpresa. Creemos que los cristianos no sufren y tienen una vida perfecta y es ahí cuando el sufrimiento se mezcla con la frustración. Pero en realidad no es algo que nos deba pillar por sorpresa porque ya se nos avisó. El Señor ya nos había dicho que en este mundo tendríamos aflicción. Que seríamos perseguidos, que seríamos objeto de burlas a causa de Él.

«Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. Juan‬ ‭16:33‬»

Supongamos que sabemos que vamos a tener problemas y sabemos que vamos a sufrir. Que es parte de la vida de este mundo. Pero, ¿te afanas por salir del problema? ¿Se convierte este en tu prioridad? ¿Somos de esos cristianos que nos enfocamos en salir del problema o del sufrimiento a toda costa? ¿Estamos concentrando todas nuestras fuerzas y energías en salir de ahí. En lugar de pasar por esa prueba aferrados a Dios?

Nuestra prioridad debe ser buscar a Dios en medio del sufrimiento. No para que nos saque del problema o para que calme nuestro dolor. Sino para escuchar su voz, seguir manteniendo una relación con Él. Buscar intimidad con Dios para conocerlo más. 

nehemias oración
Cuando buscamos a Dios para algo más que nuestra propia satisfacción descubrimos algo más grande y poderoso.

«Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Salmos‬ ‭42:2‬»

Algo que considero fundamental en este proceso es la adoración a Dios. Cantar alabanzas a Dios con nuestra boca y nuestro corazón. Con instrumentos, con palmas… Cambiando nuestras palabras cuando oramos de «Dios dame, Dios ayúdame» por «Dios gracias». Tener un espíritu de gratitud a Dios por todas las otras cosas buenas que te suceden. El simple hecho de estar vivo es suficiente motivo para dar gracias. Un buen ejemplo de esto en la palabra de Dios fue Job. Que aún con todo el sufrimiento que estaba viviendo, adoraba a Dios.

«Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, Job‬ ‭1:20‬»

Esto no quiere decir que tener paz en medio de los problemas signifique no sentir dolor, ni no poder llorar en algún momento. Se trata más de un estilo de vida permanente en el que debemos procurar permanecer. Para evitar caer en depresiones y vivir afanados en problemas que tienen fecha de caducidad. Lo que produce un distanciamiento entre nosotros y Dios. Y justamente buscamos lo contrario. Que Dios salga glorificado de cada situación de nuestra vida, de cada prueba. Pero salgamos de ella habiendo aumentado nuestra relación con el Señor. 

Cuando nuestra mente está centrada en Dios. En mantener una relación íntima con Él, en seguir sirviéndole y adorándole y alabándole a pesar de nuestras circunstancias, es ahí cuando experimentamos la verdadera paz. Esa que Jesús nos promete que sobrepasa todo entendimiento. Esa que el mundo no nos puede dar. Sino sólo Él. 

«Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses‬ ‭4:7‬»

«La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan‬ ‭14:27‬»

1 Comentario

  1. Miriam Tapia González

    Gracias Eva por compartir. Este es un tema que al menos a mí me cuesta mucho, pero saber que Dios está ahí en medio de los problemas y que nos promete esa paz que todo ser humano anhela pero que no sabe cómo encontrarla, me da mucho consuelo.. y también gracias a personas como tú que nos ayudan a recordar estas verdades.

    Responder

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

La niña perdida: ¿Dios siente dolor?

En esta ocasión, aprovecharé una paráfrasis de la analogía del texto de Ezequiel 16, para explicar si Dios puede sentir dolor y motivarnos a una vida que le agrade a Él y nos ayude a nosotros. Puedes ver este vídeo y/o leer el texto a continuación....

Share This