Tiempo de calidad con quien amas

Siempre hemos escuchado de lo importante que es tener tiempo de calidad con nuestros seres queridos aunque muchas veces surgen excusas para no hacerlo. Las excusas varían según nuestra edad, en la adolescencia preferimos estar con nuestros amigos o nuestro novio. En nuestra etapa adulta ya tenemos más responsabilidades, hay que limpiar la casa, hacer la comida, atender a los niños, trabajar o estudiar, ¿y encima hay que tener tiempo de calidad, al menos una vez a la semana, con la familia? ¡Hacer todo parece imposible!

¿Pero de verdad es imposible?

A veces lo parece, porque queremos tenerlo todo controlado, queremos ser los últimos en dar el visto bueno a la casa, a los deberes, etc. Pero no tenemos que hacer esto solos, no fuimos creados para ser seres solitarios sino para vivir en sociedad y esto significa que podemos ayudar y ser ayudados, pero qué difícil es de entender que no tenemos por qué abarcar todo.

Tiempo de calidad con quien amas

Desde pequeña me enseñaron la importancia de la familia y que por muy caótica que a veces fuera, son ellos quienes al final te ayudan, apoyan y te enseñan a sobrevivir luego al resto de la sociedad. Mi familia, por ejemplo, es a veces temperamental y muy sentimental, y esto me ha ayudado a hacerme valer y hacerme oír, pero también me enseñó a ser más empática con los demás. Mi familia ha sido mi refugio y mi lugar de confianza, es donde puedo ser más yo misma.

Cuando entregué mi vida a Dios, conocí al resto de mi familia, a mis hermanos de la fe. E hice lo mismo que con mi familia (de sangre), me impliqué. Comencé a pasar tiempo de calidad con mis hermanos en la iglesia, me impliqué en un ministerio, eché una mano al grupo de alabanza e intentaba ayudar a aquellos que pasaban por dificultades. Comprendí que el tiempo de calidad no es solo estar en cuerpo en un lugar con unas personas, el tiempo de calidad es dedicar cuerpo y alma a quienes amas.

Yo amo a Dios

Yo amo a Dios y mi deseo es servirle y honrarle en todo lo que pueda. Tengo el «privilegio» que mi familia (de sangre) también ama a Dios y que juntos podemos tener tiempo de calidad con Él, tanto en la iglesia como en el hogar. En mi casa sabemos que si amamos algo, tenemos que dedicarle tiempo y su calidad depende de cuánto lo deseemos.

Tiempo de calidad con Dios

¿A quién dedicas tu tiempo de calidad? A quien amas, ¿verdad? Entonces mi siguiente pregunta es: ¿amas a Dios? La respuesta es fácil, si o no. En esto no a medias tintas. Cuando aceptamos a Dios y le dedicamos tiempo de calidad, nuestra implicación con nuestra familia, nuestros hermanos y la iglesia se verá enormemente enriquecida.

Él lo impregna todo, pero antes tenemos que dejarle entrar en nuestra vida. Dedicarle tiempo de calidad a quien amas no es una tarea ni un trabajo, ni algo que hay que tachar de una lista de quehaceres, dedicar tiempo de calidad a nuestra familia es el mayor regalo que podemos hacerles.

¿Y tú? ¿Dedicas tiempo de calidad a quien amas? ¿Amas a Dios? ¿Amas a su Iglesia? ¿Amas a tus hermanos? ¿Amas a tu familia?

1 Comentario

  1. Juan Antonio

    Es agradable y placentero leer a mi hija; escribe bien y cada vez lo hará mejor en la medida que se aplique y sea una constante su pluma.
    En ello se verá también la calidad de las cosas, se plasmará la calidad del esfuerzo que conlleva la lectura de la Escritura, la Revelación de Dios. En definitiva, el Evangelio de la Gracia de Dios que es Calidad. Ésta se ha de vivir, se ha de trabajar se ha de expresar con…calidad de vida, La Gracia, se entiende en todos los órdenes de la vida como apunta mi hija, Alexandra. «Donde esté vuestro tesoro, allí estará vuestro corazón «

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